Expresionismo
Surgiendo como movimiento a principios del siglo XX, la pintura expresionista presenta la realidad de una manera transformada y realzada. Busca representar los sentimientos internos subjetivos del artista y su visión del mundo. Las formas pueden aparecer distorsionadas y los colores exagerados o transpuestos, con el fin de involucrar y comunicarse con el espectador tanto a nivel emocional como intelectual o racional.
Aunque inicialmente se asoció con las escuelas de pintura alemanas de las décadas de 1910 y 1920 (der Blaue Reiter, Die Brücke), el término "expresionista" se ha aplicado desde entonces a muchos otros artistas que trabajan en diversos estilos. En la América de la posguerra, pintores expresionistas abstractos como Jackson Pollock y Helen Franckenthaler experimentaron con nuevas formas de pintar, como gotear y verter pintura sobre lienzos que se colocaban en el suelo. En la década de 1980, el neoexpresionismo revivió el interés del mundo del arte estadounidense y europeo por la pintura como medio, deleitándose con grandes lienzos y pinceladas crudas en reacción al dominio del arte minimalista y conceptual austero.
Sea cual sea el estilo o la técnica de ejecución, la pintura expresionista busca transportar al espectador. Muchos expresionistas han sido profundamente influenciados por la música, ya sea el interés de Kandinsky en la relación entre color y sonido, o el compromiso de Jean-Michel Basquiat con el jazz, el bebop y el rap.